La inteligencia de ubicación es fundamental en todo el ciclo de vida de la minería, desde la exploración de minerales hasta la descontaminación de minas. Dado que los minerales y los metales se agotan más rápidamente de lo que podemos reponerlos, comprender el contexto espacial y la integración con otras tecnologías geocientíficas es fundamental en el desarrollo estratégico y ambientalmente sostenible de nuevas reservas.